Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos
hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron. (Mateo 25: 40)
¡Ayudar a los
mas humildes, es hacer lo que el Señor desea, es cumplir su voluntad, es servir
a Dios!.
Los actos de
generosidad y amor, son aquellas pequeñas acciones que nos dignifican como
humanos, nos alegran el corazón y nos hacen sentir vivos.
Aunque algunos
no tomen conciencia de esta verdad, Dios habita en nuestra vida. Jesús mismo,
se ubica como receptor de nuestras obras de caridad hacia los mas necesitados.
El agradece y se alegra de tales acciones.
¡Que te podamos reconocer en el otro!
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