Igualdad de derechos

Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo. Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó. Génesis 1: 26-27

Desde el principio, el ser humano fue hombre y mujer. Ambos por igual, fueron beneficiarios de la imagen de Dios y del mandato de gobernar la tierra.
En el texto Bíblico no hay ninguna sugerencia, de que uno de los dos sexos se asemeje mas a Dios que el otro, ni que uno de los dos sexos tenga mayor responsabilidad sobre la tierra que el otro.
El mismo apóstol Pablo entendía estos derechos  cuando escribió:

Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. (Gálatas 3:28)

Esto no significa que judíos y griegos perdieran sus características culturales distintivas, ni tampoco que los hombres perdieran su masculinidad y las mujeres su femineidad. Significa que las diferencias de raza, nacionalidad y sexo, no afectan nuestro lugar delante de Dios.

¡Gracias por hacernos iguales ante ti!

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