¡Ay de ustedes,
maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados,
bien arreglados por fuera, pero llenos por dentro de huesos de muertos y de
toda clase de impureza. (Mateo 23:27)
Marx dijo en 1844, que la religión es el “opio de los pueblos”, pues, en
definitiva, adormece el espíritu
humano, impidiéndole investigar e intervenir
en las causas reales que explotan al ser humano; causas económicas y sociales. humano, impidiéndole investigar e intervenir
en las causas reales que explotan al ser humano; causas económicas y sociales.
Es
necesario estudiar a la religión en forma objetiva. Es decir, estudiarla como
estudiamos cualquier otra manifestación humana, tratando de ver su relación con
otras experiencias humanas y particularmente, en relación con las condiciones
económicas y sociales de la sociedad que la ha gestado.
¡La
religión es una creación del hombre, no de Dios!. Jesús, no vino a fundar una
religión, vino a establecer una relación con el ser humano, para darle calidad
de vida, libertad y salud.
Pedro dijo en siglo 1, que en su ambición de dinero, falsos maestros religiosos,
los explotarán a ustedes con falsas enseñanzas (2 Pedro 2:3) y a su vez Jesús, consideró a los
religiosos fariseos de su época, como sepulcros blanqueados (Mateo 23:27).
“..Yo he
venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10b).
¡Líbranos Señor de la religión que nos
adormece como el opio!
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