Jesús y la mujer

Los discípulos habían ido al pueblo a comprar algo de comer. En eso, una mujer de Samaria llegó al pozo a sacar agua, y Jesús le dijo: Dame un poco de agua. Pero como los judíos no tienen trato con los samaritanos, la mujer le respondió: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides agua a mí, que soy samaritana?. Juan 4: 8-9
En el capítulo 4 del evangelio de Juan, se nos muestra un hermoso ejemplo del amor y del respeto de Jesús hacia la mujer. Jesús rompe con tradiciones, culturas y machismos. Jesús dialoga y ofrece su tiempo. Hace preguntas y busca ayudar. Se interesa por su situación personal y ofrece agua de vida. Sus métodos de evangelismo respetuoso, hacen que las personas digan:

Señor, dame de esa agua, para que no vuelva yo a tener sed (Juan 4:15)

¡Enséñanos tus formas de amor!

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