El valor de lo cotidiano

Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor y no a los hombres (Colosenses 3:23)

En los Juegos Olímpicos de Londres 1948, la estrella en atletismo fue una mujer holandesa llamada Fanny Blankers Koen, que ganó cuatro medallas de oro. Cuando le preguntaron cual era su trabajo cotidiano además de realizar los entrenamientos, ella dijo:

Tengo 32 años, dos hijos y soy ama de casa .

No importa si somos sacerdotes o laicos, pastores o empleados administrativos, amas de casa,  deportistas, docentes o alumnos. Lo que importa es “el como”. Las formas son tan importantes como los contenidos. Las actitudes en lo que hacemos, muestran las intenciones del corazón.

Al hombre le parece bueno todo lo que hace, pero el Señor es quien juzga las intenciones.
                          Proverbios 16:2


¿Cuáles son tus intenciones en la vida?

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