Claramente he
visto cómo sufre mi pueblo que está en Egipto. Los he oído quejarse por culpa
de sus capataces, y sé muy bien lo que sufren. Por eso he bajado, para salvarlos del poder de los
egipcios; voy a sacarlos de ese país y a llevarlos a una tierra grande y buena,
donde la leche y la miel corren como el agua… y he visto también que los egipcios los maltratan
mucho. Por lo tanto, ponte en
camino, que te voy a enviar ante el faraón para que los saques de allí…Éxodo
3:7-10
La
historia del pueblo hebreo, se inicia como una historia de opresión, en la
cual, Dios interviene para relacionarse y liberar a ese pueblo pobre y
esclavizado.
Moisés,
fue instruido y creció con todos los privilegios de la realeza, recibió la
mejor formación con la que el imperio egipcio preparaba a sus funcionarios del
estado. Sin embargo, para ayudar a su pueblo, eligió ser maltratado junto a
ellos, en lugar de disfrutar de los efímeros placeres del opresor estado
egipcio (Heb 11:25).
De
igual forma los profetas hebreos, seguidores fieles de Moisés, se solidarizaron
con los pobres y oprimidos de Israel y de otras naciones, viviendo con y para
ellos (Amós 1:3-2:16).
¡Ayúdanos a ser
parte de tu gran obra misionera de relación y liberación de los oprimidos!
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